Hace un año, el 1 de marzo de 2018, en este Templo celebrábamos una solemne liturgia de oración en el 450 aniversario de la muerte del fundador de este colegio: el Arzobispo D. Fernando de Loazes. En los días siguientes nuestro Obispo unido a este colegio y a su Consejo Episcopal enfocaba lo que tendría que ser la celebración del acontecimiento que hoy nos reúne: la conmemoración del 450 aniversario de Santo Domingo como Universidad Pontificia, y en el mismo, la realización de un Congreso Diocesano de Educación.
En pleno siglo XVI, Loazes pensaba en el bien de la persona y en el de la sociedad civil, y del mismo modo en la necesaria renovación intelectual y pastoral de la Iglesia; para ello entendió, que era fundamental la formación de líderes tanto eclesiásticos como laicos, bien sabía él que todo ello iba a repercutir muy pronto en el bien del municipio y del estado, mejorando así toda la administración social y religiosa.
En el hoy de la Iglesia
Hoy, 450 años después con este Congreso, nos proponemos en el marco de la función de “enseñar”, en el amplio campo evangelizador de la Iglesia, pensar de nuevo los fundamentos permanentes de la educación, sus desafíos, y buscarrespuestas para una transformación humanista, moral y global de la sociedad. Tenemos como meta desplegar las claves de pensamiento del magisterio vivo del Papa Francisco referentes a la educación, y las de nuestro Plan Diocesano de Pastoral (2016-2020) en lo referente a la conversión intelectual -de la mente- y a la pastoral de la cultura.
La exhortación “Evangelii gaudium” (2013), la encíclica “Laudato si” (2015), y la muy reciente Constitución Apostólica “Veritatis Gaudium” (2017) del Papa Francisco, nos han hecho elevar la mirada para ensanchar la luz de la fe que ilumina el camino de la humanidad. El Papa nos estimula a una profunda renovación, a una acción educativa pastoral más incisiva, a una Iglesia “en salida” que necesita evangelizadores “con espíritu”. Estamos en una nueva época que llama a profundos cambios en educación “porque las cosas no pueden seguir como están”, pues nos encontramos indica, en un cambio de época marcado por una “crisis antropológica” y “socio-ambiental” de ámbito global.
A la Escuela hoy se le pide mucho –en ella se juega el futuro de la humanidad-; y obedeciendo a las mismas legislaciones que nos piden promover un hombre integral, pretendemos con este Congreso aportar la racionalidad de la persona y de la fe a los procesos educativos, esto no es fácil, y sabemos –como expresa el mismo Francisco- que requiere largos periodos de discernimiento, purificación y reforma[1], por ello hoy entramos con humildad en el eje de este Congreso, en una tarea que ante todo requiere profundidad y pasión educativa.
El lema del Congreso – “En el camino de una alianza: ciencia y fe”, – “ensanchar la inteligencia para formar personas que cambien el mundo”,recoge el desafío del mismo; la cualificación de la inteligencia con el diálogo interdisciplinar ha de responder a la búsqueda de la verdad y del bien, la razón ha de ser iluminada por la fe pues al joven de hoy hay que garantizarle una vida plena, un futuro feliz, en el que desarrolle su potencialidad de persona contribuyendo al bien común.
Señala el Papa que hoy “más que limitarse a transmitir conocimientos, competencias, experiencias, se ha de adquirir la tarea urgente de elaborar herramientas intelectuales que puedan proponerse como paradigmas de acción y pensamiento”[2]. Educar es humanizar, renovar la mente y el espíritu, alcanzar la unidad de la persona. El cartel del congreso, con la imagen de la puerta de la Universidad muestra así la figura de la eterna Sabiduría que hay que buscar, y con la persona de Cristo señala al logos Creador, al Maestro y forma del hombre nuevo.
Contenido del Congreso
El Congreso lo componen dos partes: una primera en septiembre de 2019 en materia de “fundamentos” de la educación con grandes ponencias; y otra “más práctica” para compartir experiencias en febrero de 2020.
Cuatro serán las ponencias de la primera parte: partiremos del magisterio vivo del Papa Francisco en materia de educación, para ello esperamos a un miembro de la Santa Sede de la Congregación para la Educación Católica; pasaremos a reflexionar los desafíos que en el momento actual demandan una renovación educativa, estará a cargo de nuestros Obispos en la Comunidad Valenciana; después nos centraremos en el diálogo de la ciencia y de la fe desde la perspectiva originaria de la Universidad, para ello contamos con la Comisión de Seminarios y Universidades de la Conferencia Episcopal Española; y terminaremos con historia de nuestra Universidad Pontificia de Orihuela, su proyecto y trayectoria, con un experto Padre Dominico de la Facultad de Teología de Valencia.
En febrero de 2020 vendrá la operatividad; en cómo llevar al aula, al proceso interior del alumno los principios y metas permanentes en educación. Será en jornadas con ponencias, mesas redondas, comunicación de experiencias y posters.
Se realizará en tres líneas de contenido:
La primera, “cualificar el proceso de la inteligencia, un itinerario educativo de síntesis de fe y cultura”, incluirá temas referentes a competencias y competencia espiritual desde los principios de interdisciplinariedad y transdisciplinariedad; la innovación metodológica como pedagogía personalista; el uso sensato de las tecnologías; y los proyectos de aprendizaje y servicios que trasladen del aula al compromiso social.
La segunda línea se centrará en la formación integral de la persona que recorre un itinerario intelectual, personalista, ético y espiritual. Un nuevo humanismo en educación tiene que enseñar al alumno “a pensar bien, a sentir bien, y a querer hacer el bien”; ayudarán experiencias como la elaboración de un proyecto personal de vida, con el que asimilen virtudes básicas en clave de cultura vocacional. Exigirá temas como la cualificación de los agentes educativos como mediadores axiológicos –verdaderos acompañantes- de toda la acción, la función insustituible de la familia y la complementariedad de las parroquias y los movimientos. También deseamos trabajar el deporte como vehículo transmisor de valores básicos.
La tercera línea girará en torno a la sostenibilidad, a la organización de la escuela al servicio de su misión: temas como gestión de centros, recursos humanos, gestión de calidad, comunicación, medio ambiente, técnicas de mercado y tecnologías centrarán comunicaciones y experiencias.
Conclusión
¡Viviremos nuestro Congreso de Educación, estamos en camino!; pedimos hoy la unidad, la búsqueda del bien común; estamos abiertos a generar redes de pensamiento en el ámbito educativo para crecer en la alegría de la verdad; pretendemos que en esos días se genere en Santo Domingo una auténtica atmósfera espiritual de búsqueda basada en las verdades de la razón y de la fe[3]. Esperemos unidos a toda la Iglesia Diocesana y a cuantos deseen, que el Congreso dé sus frutos y que del mismo, emerjan iniciativas nuevas como contribución al bien integral de la persona y de toda la humanidad.
Muchas gracias.
José María Fernández-Corredor Soriano, Director Colegio Diocesano Santo Domingo de Orihuela
[1]Cf. Francisco, Veritatis Gaudium, Proemio, n 3. [2]Cf. Francisco, Veritatis Gaudium, Proemio, n 5. [3]Cf. Francisco, Veritatis Gaudium, Proemio, n. 3.