Entre las líneas de avance de este Congreso Diocesano de Educación hay una que merece especial atención. Se trata de la creación, o la implantación, dentro de este recinto histórico, de un AULA de TEOLOGÍA, fruto directo de esta conmemoración del 450 aniversario de la bula de Pío V, por la que elevaba a Universidad el anterior Studium dominico de esta ciudad.
A continuación, aprovechando el relieve académico de este acto y de las personalidades que nos presiden, del Emmo. y Rvdmo. Cardenal Dr. D. Antonio Cañizares Llovera, Gran Canciller de la Facultad de Teología de san Vicente Ferrer (Valencia) y de su Excelencia Mons. Angelo Vincenzo Zani, secretario de la Congregación para la Educación católica, me permito presentarles esta iniciativa y explicar a todos los congresistas sus orígenes, su contenido y alcance.
1. Origen
Desde el inicio de la preparación de esta conmemoración estaba la intención de nuestro Obispo diocesano Mons. D. Jesús Murgui Soriano de que esta efeméride no fuera sólo una mirada al pasado, sino una oportunidad de mirar también al presente y, sobre todo, al futuro. Al diseñar el motivo que convocaría a este evento, se vio claramente (por parte del Comité Organizador) que, el recuerdo de la iniciativa del arzobispo D. Fernando de Loazes, de erigir aquí, en la ciudad de la que era natural, Orihuela, una Universidad, poseía un hondo significado para la Iglesia diocesana actual que no podía pasar desapercibido. Este significado es la importancia que tiene para la Iglesia la promoción de la cultura y del pensamiento en la obra evangelizadora. Una cuestión de hondo calado a la que la diócesis dedicó todo un curso de pastoral centrado en promover la pastoral de la cultura con el lema “encuentro y conversión: la mente de Cristo”. Todos llegamos a la convicción de que una Iglesia que quiera evangelizar, ha de elevar el nivel de pensamiento para que el anuncio del evangelio arraigue y fructifique en el entramado de la cultura y de la vida de los hombres. Esa fue la intención que, antes, movió al fundador, y esa es, ahora, nuestra misma intención.
Con ese fin, el obispo D. Jesús Murgui acogió la iniciativa de emprender, a partir de esta conmemoración, estudios de grado superior en la sede del Colegio Santo Domingo, dentro del marco histórico de la antigua Universidad. Con ese gesto se quería, al menos simbólicamente, significar la prolongación de la enseñanza universitaria en este entorno singular. La iniciativa, que sería de carácter exclusivamente diocesano, se trasladó al Instituto Superior de Ciencias Religiosas “San Pablo” que, desde hace exactamente veinte años viene ofertando ya una formación, de grado superior (universitaria), para que diseñará el modo y la forma académica de este tipo de enseñanza.
2. Contenido
El contenido de la propuesta diseñada es configurar una AULA, que se inicia desde ahora, dedicada al estudio de la Teología y las demás ciencias afines necesarias a su acceso, como la filosofía y las ciencias humanas aplicadas al estudio de la religión. La configuración de esta AULA contempla una organización ejecutiva y gestora, que es competencia del equipo directivo de Colegio, y una organización académica de los cursos, encomendada al Instituto Superior de Ciencias Religiosas, que se encargará de coordinar las materias a enseñar y los profesores que las impartan. El plan de estudios contempla el recorrido completo por todas asignaturas que componen el curriculum ordinario de la teología, de manera que el alumno pueda adquirir así una síntesis orgánica del misterio cristiano. El objetivo de este AULA es, por tanto, acercar el estudio de la teología a todos, fieles cristianos laicos y vida religiosa, agentes de pastoral, pero de un modo especial, a los docentes de colegios diocesanos y escuelas católicas, para ayudarles en su tarea de transmitir el evangelio en diálogo permanente con las demás ciencias.
La naturaleza y el perfil de los destinatarios, por otra parte, propiciara seguro nuevos impulsos de vitalidad para la teología en su permanente y constante vocación universitaria. La teología, a impartir en esta AULA, quiere, aunar, por un parte, su rigor científico, propio de su naturaleza íntima, como ciencia de la fe, con una proyección, por otra parte, pedagógica y pastoral, que la haga abierta al mundo y capaz de dialogar con las ciencias, como es propio del ágora universitaria. Una teología, por tanto, puesta al servicio de la evangelización y de la transmisión de la fe, en esta nueva etapa misionera de la Iglesia, que exige —tal como el Papa Francisco ha demandado, en la nueva Constitución apostólica Veritatis Gaudium, y recordado recientemente, en el Convegno de Nápoles— que la formación académica y la investigación científica promuevan un cambio radical de paradigma (o “una valiente revolución cultural”) a favor de un progreso solidario y un humanismo integral. En esa tarea, la teología está destinada a colaborar, a través de su rico patrimonio intelectual, fomentando una unidad en el saber, fecunda e integradora con las demás disciplinas.
3. Alcance
La aportación de esta AULA a esta empresa es, sin duda, modesta. Pero quiere ser un germen, una semilla que, como en todos los comienzos evangélicos, está llamada a crecer y fructificar. Al implantarse hoy, desde nuestra propia ladera diocesana, desea ser también un foco de atracción para que otras iniciativas universitarias colaboren y se sumen al fin propuesto.
El AULA de teología, que ahora comienza, en este marco incomparable, quiere ser así testigo del encuentro entre el pasado y el presente. Aquella teología que en otro tiempo se enseñó en este lugar, y que perteneció, sin duda alguna, a la brillante edad de oro de la teología española del siglo XVI y XVIII, viene a desembocar ahora y a prolongarse muy humildemente en la que se comienza en este momento a volver a enseñarse. Entre los mismos muros y las piedras que nos albergan aparecen fundidas las mismas aspiraciones de una y otra: dar una palabra a Dios, para que su voz resuene entre los hombres, para que su Palabra haga morada en el corazón y en las mentes de todos aquellos que se acercan, sedientos, a la fuente de la sabiduría.
Más información: www.colegio.cdsantodomingo.com
Palabras del Rvdo. D. Pedro Luis Vives durante la Celebración del Congreso Diocesano de Educación, celebrado en el Colegio Diocesano Santo Domingo.